La fuerza provincial sabía de su fama y despachó un equipo conformado por personal del GAD y la Comisaría N°14 para arrestarlo en su rancho de la calle 158 en Melchor Romero por un hecho ocurrido 11 días atrás, cuando supuestamente, le disparó a un chico de 16 años junto a dos cómplices tras una pelea en un partido de fútbol. La primera bala que impactó rozó al chico. La segunda le atravesó la mano izquierda. Ya en el hospital, pudo señalar a sus agresores.
Entonces, fueron por Villalba Pintos. El delincuente salió armado al ver los estrobos de los patrulleros, una pistola en cada mano, una Glock y una Bersa, ambas calibre 9 milímetros. Un sargento que iba tras él, irónicamente, recibió un tiro en la mano derecha. La bala también lo atravesó.
Entonces, el fuego aumentó. “Tiro Loco” murió con sus pistolas. La casa del hampón fue allanada, se encontró un chaleco antibalas y una considerable cantidad de dinero, además de balas y un poco de droga. Durante el tiroteo se escucharon, por lo menos, 32 detonaciones.